Sigo sin entenderlo. Casado sí, pero también moderno y progre; de esa gente que piensas que se arrima y ya, pero que no se casa. Es joven, pero no tan joven. La gente de mi edad quiere casarse; la generación anterior no. Pero luego se casan igual.
No les entiendo, ¿será la solución exprés previo paso a tener un hijo? Lo tienes o lo quieres, entonces contraes matrimonio. Si viene el hijo antes que el anillo, apresúrate. No vaya a ser que os pase algo a uno de los dos mientras dure el amor o la convivencia. Porque, si os pasa cuando os odiáis, solo lo odiarás igual (o más) que antes. Es una pena que si sucede mientras aún queda cariño, te arrepentirás toda la vida de no firmar el maldito papel.
Porque tía, joder, ahora eres madre y viuda. Pero no viuda legal, solo sentimental. Apáñatelas tú solita.
Lo de casarse con quien llevas mucho tiempo lo aprendí de Rosa Montero, en La ridícula idea de no volver a verte. Ellos no tenían hijos, pero cuando Pablo estaba muy enfermo, se casaron por el tema de la viudez.*¹ Vivir en pareja es la solución a muchos problemas: te resuelve el tema de la soledad, sentir que tienes a alguien esperándote en casa, proporciona estabilidad y, aun por encima, te ayuda a pagar las facturas y el alquiler.
Hace ya un par de años, me eché a llorar tras un día precioso en la playa. Había madrugado para coger unas olas con Roi; luego comimos ensalada de pasta, yo me quedé dormida babeando las hojas de un libro y, al acabar la tarde, me dejó en el portal de mi piso, llena de arena pegada a la piel de las piernas.
Cuando salí de la ducha, llamé llorando como una loca a mi amiga Sara. Me sentía totalmente sola porque no llegaba a toda la espalda con mis manos, no me podía echar crema en las zonas quemadas y le grité que no entendía por qué la vida está hecha para dos.
¿Se puede dar el caso de que te espere alguien en casa, pero tú estés con los ojos puestos en chiquillas de Internet? No quiero hablar mal de nadie sin saber su vida. Puede ser que, con lo moderna que es ahora la gente, este chico tenga una relación abierta. El que me da likes, vuelvo al título. O que ponga los cuernos a la antigua usanza.
Bueno, dar corazones a una storie no tiene por qué ser intentar ligar, incluso cuando lo único que sale en la imagen son dos ojos abiertos como platos, con mucho rímel, con cara de “hoy me veo guapa”, sacándose un selfie en el espejo de un baño sucio.
¿Si me enamoro en algún momento, si es recíproco, si me caso, si tengo un hijo, si sigo todos esos patrones culturalmente asociados a la idea de estabilidad…? Si todo eso sucede, ¿me parecerá bien que mi pareja, mi marido, el padre de algún ser que hayamos creado o por lo menos el señor con el que pago el alquiler… me parecerá bien que le dé likes a chicas más jóvenes que yo, con mejor piel y las tetas mejor puestas o preferiré que eche un polvo una noche en la que nadie se entere y se deje de tonterías por Instagram?
El verano pasado, en 2024, sentí que se casó todo Santiago. Creo que este 2025 también va a suceder, la primavera ha sido un aperitivo de las fotos en redes sociales que vienen. Somos muy jóvenes. Si toda esta gente decide tener un hijo en los próximos meses, podríamos hablar de embarazo adolescente. Así que mejor dejar de reflexionar² sobre cosas que, yo creo, todavía no me tocan.
Eso no significa que no piense constantemente en cómo va a ser mi boda. Me falta con quién, pero lo más difícil es diseñar la celebración. Así que ese se queda como uno de los últimos problemas a solucionar.
*NOTAS:
¹ Os voy a ser sincera: esta enseñanza me la debo llevar inventando desde los 18 años. Hoy, tras casi diez años, he hojeado superficialmente las páginas del libro en busca de esa explicación. No la encontré. ChatGPT me ha dicho que se casan de forma metafórica; me leí el capítulo que me propuso y sigo sin dar con esa escena. Hay dos posibles explicaciones. La primera: entendí lo que quise y, si me sirvió de enseñanza o consuelo, pues ya está, seguiré diciendo que eso sucedió así. La segunda: lo ponen en algún lado y ChatGPT me está mintiendo, como lo hacen los hombres —es el chat, no la chat—, y el día que vuelva a releer la novelita con calma, por fin encontraré lo que hoy buscaba con prisa.
² Últimamente siento que lo que me toca de verdad son otras preocupaciones. Confieso que me encuentro en un proceso de decisión en el que no tengo ni voz ni voto. No es una contrariedad; es simplemente lo que sucede a cualquier persona según va pasando el tiempo. Lo único que quiero tener como premisa es esta frase de Mujica: “Van a envejecer y van a tener arrugas, y un día se van a mirar en el espejo y tendrán que preguntarse, ese día, si traicionaron al niño que tenían adentro”. Sea cual sea mi destino o el azar que me lleva a acabar haciendo una cosa u otra, solo pido que a poder ser la mayoría de mis actos estén asociados a los sueños de la Xulia de 15 años.
Tal vez ya no quiera estar sola en un pisito diminuto toda la vida, pero, hombre, digo yo que poder trabajar por el mundo, de un lugar a otro, podría intentar conseguirlo. No sé… digo yo, eh.
Yeah baby otro imperio romano (aunque digan que hay uno solo son muchos los que rondan nuestra mente)